Proyecto de Ordenanza
Imponiendo el nombre de Raúl Galassi a la rotonda ubicada en la intersección de la calle 14 de Julio y la Avenida J. Newbery.
Expediente: HCD-1639/2008
Autor: Elisa Virginia Quartucci
Bloque: Coalición Cívica – GEN Radical
PROYECTO DE ORDENANZA
Artículo 1º: Impóngase el nombre de Raúl Galassi a la rotonda ubicada en la intersección de la calle 14 de Julio y la Avenida J. Newbery.
Artículo 2º: Comuníquese a los familiares de Raúl Galassi la presente.
Artículo 3º: De forma.
Fundamentos:
Raúl Galassi fue uno de los tantos hijos de inmigrantes italianos de la provincia de Ancona que nació en nuestra ciudad el 19 de octubre de 1925. A los 75 años, un 12 de febrero de 2001, fallecía rodeado de vecinos y amigos que supo cosechar a lo largo de su vida, luego de una prolífera actividad social, deportiva, gremial y política.
Desde muy pequeño se comprometió en el mercado laboral. Teniendo apenas 11 años abandonó la escuela primaria para incursionar en ese ámbito como cadete en una sastrería, dando comienzo a una intensa y generosa vida pública y privada a favor de la comunidad.
Desde entonces mostró su espíritu emprendedor a través de las innumerables actividades comerciales que desempeñó en la ciudad, como por ejemplo al frente de la Avícola Galassi, cuyas instalaciones, aunque adecuadas, siguen siendo explotadas cultural y comercialmente por su hija. El emprendimiento se constituyó por aquellos años en uno de los criaderos de pollos más importante de la ciudad, que luego como muchos empresas pequeñas y medianas debió cerrar sus puertas por los inconvenientes económicos surgidos en nuestro país como consecuencia de la importación indiscriminada de productos. La tradicional tintorería que aún hoy lleva su nombre fue otro de sus tantos emprendimientos comerciales.
Muchas instituciones de nuestra ciudad han tenido como colaborador a Raúl Galassi, quien marcó en ellas su impronta, su espíritu altruista y su afán por el progreso social, político, económico y deportivo de su ciudad natal. Su personalidad hacedora y comprometida lo ubicó siempre en puestos de jerarquía y liderazgo.
En el plano deportivo debe destacarse su gestión como presidente, durante varios períodos, del Club Pacífico -el club de sus amores-, donde figuró además a lo largo de una veintena de períodos como integrante de su comisión directiva. También el Club Atlético Argentino lo contó como presidente y colaborador, así como varios otros clubes de la ciudad. Se desempeñó también como Consejero de la Liga del Sur.
En el ámbito político vale destacar su activo e incondicional rol militante en la Unión Cívica Radical. Fue así que tuvo el honor de presidir el comité local y desempeñar otros cargos partidarios. Fue también electo concejal suplente de la ciudad de Bahía Blanca.
Su activa participación gremial-empresarial lo llevó a desempeñarse como presidente de la Corporación del Comercio, la Industria y los Servicios de nuestra ciudad.
Fue Auditor del Hospital Regional Italiano y colaborador de varios hospitales de la ciudad. Varias entidades de bien público lo contaron entre sus socios y colaboradores, como el Centro Comunitario San Roque. Su compromiso lo llevó también a enrolarse entre los socios de Green Peace.
Durante sus últimos años aportó su experiencia en el Directorio del Ente Zona Franca Bahía Blanca – Cnel. Rosales, donde fue designado por el Intendente Jaime Linares como Director, en representación del sector privado de nuestra ciudad. Así es que se lo recuerda como un impulsor de herramientas de promoción y desarrollo con el propósito de posicionar comercialmente a nuestra ciudad en el ámbito internacional.
Raúl Galassi solía aconsejar a los más jóvenes en base a su vasta experiencia. Una frase de su hija Patricia lo pone de manifiesto: “La herencia que mi viejo me dejó fue la cultura del trabajo, la palabra como firma, la sensibilidad social como motor de los párpados, la honestidad como bandera de batalla, la familia como espacio de empoderamiento, los amigos como tesoro frágil y riqueza única…
Me enseñó que los clavos, los tornillos y las maderitas no se tiran, todo sirve.
Mi viejo era una de esas personas que se convierten en especialista en todo lo que abordan y donde están son jefes, presidentes, gerentes … il vero capo”.
A lo largo de su vida y en el desempeño de sus múltiples actividades, se lo vio siempre acompañado de su esposa, Haydee, quien le brindó un incondicional apoyo.
Los militantes radicales lo apodábamos el “Tío Galassi”, seguramente por reconocer en su figura aquella persona de rasgos paternales, que siempre está presente, preocupándose por lo que sucede, siguiendo de cerca las acciones, pero sin entrometerse, y dejando libertad absoluta de decisión a la juventud, siempre por él valorada y respetada.