Proyecto de Resolución
PROYECTO DE RESOLUCIÓN: SOLICITUD AL DEPARTAMENTO EJECUTIVO PARA QUE IMPONGA EL NOMBRE DE “HUGO OMAR CAÑÓN” A UN ESPACIO PÚBLICO O ARTERIA RELEVANTE DE LA CIUDAD DE BAHÍA BLANCA.AUTOR: GUSTAVO MANDARÁCO-AUTOR: MARCELO FELIÚ
Expediente: HCD-165/2018
Autor: Gustavo Mandará
Bloque: PJ – Cumplir
PROYECTO DE RESOLUCIÓN
VISTO:
La conmemoración el próximo sábado 24 de marzo de un nuevo “Día Nacional de la Memoria”, fecha instituida para mantener viva la conciencia sobre las nefastas consecuencias de la última dictadura cívico-militar que padeció nuestro país entre 1976 y 1983 y la realización por parte del Honorable Concejo Deliberante de una sesión extraordinaria alusiva a tan sentida efeméride.
Y CONSIDERANDO:
Qué en la ciudad de Bahía Blanca, donde durante ese período histórico se pagaron altísimos y muy dolorosos costos humanos, fruto de la persecución, la intolerancia y la violencia, una de las primeras personalidades públicas que con valentía y coraje puso foco y se consagró en cuerpo y alma a la necesidad de que el Estado propicie políticas de “Memoria, Verdad y Justicia”, como único camino posible para la reparación de los daños provocados por semejante barbarie perpetrada, fue el fiscal general federal Hugo Omar Cañón, quien ejerció dicho cargo a partir de 1986, durante 23 años consecutivos en los que se erigió como uno de los principales abanderados ante la comunidad de la defensa de los derechos humanos.
Que con motivo del trágico fallecimiento del doctor Cañón, sucedido en enero de 2016 como consecuencia de un accidente de tránsito, el Senado y la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires, lo declararon por unanimidad “Ciudadano Ilustre Post Mórtem” en reconocimiento a “su destacada y sostenida trayectoria en la defensa de los derechos humanos”.
Que en ese momento, en ocasión de efectuarse manifestaciones de homenaje a su figura en el recinto del Honorable Concejo Deliberante, desde todos los sectores, se coincidió en señalar en que sería un acto de justicia y un hecho cultural de cara a las futuras generaciones, que alguna vez una calle o un espacio relevantes de la ciudad, pasaran alguna vez a llevar el nombre de esta personalidad, pero por entonces todavía estaba vigente la normativa que exigía que en el distrito de Bahía Blanca, debían pasar cinco años del fallecimiento de una persona para poder ser objeto de tal homenaje, plazo que ese mismo año, mediante una modificación de ordenanza, fue reducido a un año.
Que un somero repaso biográfico del hitos que marcaron el recorrido existencial del doctor Cañón, alcanza para dejar muy en claro sus sobrados merecimientos para ser digno de un homenaje perdurable por parte de la comunidad en la que nació y en la que desarrolló gran parte de una labor que lo llevó a alcanzar relevancia y reconocimiento a nivel nacional y e incluso internacional.
Que Hugo Omar Cañón nació en nuestra ciudad en 1947 y se graduó como abogado en la Universidad Nacional de La Plata.
Que en 1969, por concurso, inició en la capital provincial. su carrera judicial en un juzgado encabezado por el doctor Omar Ozafraín.
Que posteriormente ocupó diversos cargos: Secretario del Juzgado Civil y Comercial de Tres Arroyos, Secretario del Juzgado Penal Nº 3 de Bahía Blanca y Defensor de Pobres y Ausentes de nuestra ciudad.
Que en 1986, cuando no hacían tres años del regreso de la democracia, fue designado Fiscal General federal de nuestra ciudad y desde su mismo ingreso, solicitó el avocamiento de la Cámara Federal de Bahía Blanca a la investigación de crímenes de lesa humanidad cometidos en jurisdicción del Quinto Cuerpo de Ejército y de la Base Naval de Puerto Belgrano, iniciándose de esta manera, en circunstancias muy complejas y haciendo frente a muchas adversidades, una de las más fecundas labores de las que se tenga registro en nuestro país en procura de que el conocimiento de la verdad sea siempre el primer paso hacia la obtención de justicia en relación a lo ocurrido en el período más doloroso de nuestra historia nacional.
Que fue uno de los primeros y principales opositores a las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, sancionadas como penosa claudicación ante las presiones de grupos de poder y que repudió los indultos a procesados por delitos de lesa humanidad dispuestos por el presidente Carlos Saúl Menem.
Que, simultáneamente con su labor en defensa de los derechos humanos, investigó casos de corrupción en la administración pública y daños ocasionados al Medio Ambiente.
Que en 1999 fue uno de los promotores de los denominados “Juicios de la Verdad” que durante casi dos años se desarrollaron en nuestra ciudad y constituyeron un factor fundamental para que muchos bahienses tomaran conciencia sobre la magnitud de la violencia sucedida durante la dictadura y por primera vez debieran sentarse ante un estrado tanto varios torturadores que perpetraron sus delitos en Bahía Blanca como algunos cómplices.
Que fue un estrecho colaborador del juez español Baltasar Garzón en la Audiencia Nacional de España, cuando la necesidad de justicia y la gravedad de los hechos que aquí permanecían impunes, llevó a muchas víctimas y familiares a buscar contención en tribunales extranjeros.
Que integró la Comisión de Derechos Humanos del Ministerio Público Fiscal, cuyo objetivo fue coordinar y colaborar en causas vinculadas a violaciones a los derechos humanos en el período 1976-1983 y prestó importante colaboración a los fiscales italianos que investigaron el denominado “Plan Cóndor”.
Que fue miembro de la Comisión Provincial de la Memoria desde la conformación de la misma y durante más de 10 años fue su co-presidente conjuntamente con el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, cargo que ejerció con energía, capacidad y compromiso, acompañando y orientando diversos programas y actividades dedicados a cumplir los objetivos de esta comisión.
Que quienes tuvieron el privilegio de conocerlo y frecuentarlo, lo destacan como un referente dispuesto a predicar con el ejemplo, generar, admitir y propiciar el debate respetuoso de ideas, para que sea el resultado de una discusión el que marque los rumbos y nunca una imposición.
Que también destacan su inteligencia, su sólida formación académica y cultural, su tenacidad y su capacidad de autocrítica, incluso puertas adentro del Poder Judicial al que entregó sus mayores esfuerzos.
Que también merece ser muy destacada y reconocida su labor para crear conciencia sobre el mal estado de las cárceles argentinas y los maltratos que suelen padecer los prisioneros.
Que en el año 2000 recibió el premio “Justicia Universal”, otorgado por la Asociación Argentina Pro-Derechos Humanos con sede en Madrid.
Que en 2006, recibió de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata el premio denominado: “Reconocimiento a la trayectoria y el compromiso con la defensa de los Derechos Humanos” y la misma casa de estudios, en junio de 2017 le otorgó el “doctorado Honoris Causa, post mortem, el cual fue recibido nada menos que por Baltazar Garzón.
Que en esa oportunidad, el célebre jurista español, definió al bahiense como “Un gran amigo y referente” con quien compartió muchas historias y que prestó un gran servicio, no sólo en Argentina, con una coherencia notable contra la dictadura, sino también en España, cuando se inició el proceso contra los represores.
Que según agregó Garzón en aquella ocasión, “a partir de aquellos años, hemos compartido con Hugo Cañón, muchas anécdotas, luchas y de alguna forma siempre está presente, por haber sido un hombre que hizo patente lo que pensaba con lo que actuaba. Siempre con una definición muy clara en defensa de los más vulnerables”.
Que en 2007, la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, lo distinguió como “Personalidad Destacada de los Derechos Humanos” poniendo énfasis en el dato de que se trataba del único fiscal del país que 20 años antes había impugnado la Ley de Obediencia Debida, la cual fue derogada mucho después tomando como válidos muchos de los argumentos esgrimidos en su momento por el doctor Cañón.
Que participó como expositor en gran cantidad de congresos y cursos internacionales sobre Derechos Humanos, tanto en Europa, como en Estados Unidos y en países hermanos de América Latina, en los que siempre se lo reconoció como un luchador que alzó su voz y se jugó aún en tiempos en que las circunstancias podían ser adversas para los defensores de este tipo de ideales.
Que en 2009, tras dejar su cargo como Fiscal Federal, incursionó en la política partidaria y fue candidato a legislador y fue autor de innumerables publicaciones, artículos e incluso libros sobre su especialidad, muchos de los cuales nutren las cátedras universitarias sobre Derechos Humanos en nuestro país y en el extranjero.
Que la nominación de calles y espacios públicos, además de un ordenador del espacio urbano a medida que va creciendo, constituye un una forma de cultivo de la identidad de una comunidad y también un poderoso testimonio y ejemplo para ser en cuenta con futuras generaciones.
Y que en este último sentido, corresponde fuera de toda duda, que el nombre de Hugo Omar Cañón quede de la mejor manera fusionado para siempre con el paisaje bahiense para que además de merecido homenaje, reconocimiento y gratitud, oficie de recordatorio y demostración de que hay convicciones e ideales que merecen ser defendidos aún contra las corrientes imperantes y aún a riesgo de la conveniencia personal o incluso, la propia vida.
ES QUE EN USO DE SUS FACULTADES, EL HONORABLE CONCEJO DELIBERANTE DE BAHÍA BLANCA
RESUELVE:
PRIMERO: Solicitar al Departamento Ejecutivo que arbitre los medios para que, con el correspondiente cumplimiento de todas las normativas vigentes, pero también con la mayor celeridad dentro de las posibilidades, se imponga el nombre de “Dr. Hugo Omar Cañón” a una calle, avenida o espacio público de proporcional relevancia a los indudables méritos del destinatario del homenaje.
SEGUNDO: Arbitre los medios para que una vez seleccionada la arteria o paseo que se defina como justo homenaje, se coloque en su recorrido alguna forma de referencia histórica que contenga información biográfica sobre el doctor Cañón, de manera que quienes lo recorran, puedan tener muy presente los motivos que llevaron a la ciudad a rendir tal homenaje y oficie como auténtico mojón de memoria.
TERCERO: Notifique y entregue copia de la presente resolución a los familiares directos del doctor Cañón, la Fiscalía Federal de nuestra ciudad y la Cámara Federal de Apelaciones. También a aquellos organismos de Derechos Humanos con activa participación en nuestro medio.