Proyecto de Minuta
Requerimiento al Departamento Ejecutivo para que evalúe la urgente implementación de mecanismos de reducción de velocidad vehicular en avenida Pilmaiquén, entre 14 de Julio y Necochea.
Expediente: HCD-180/2019
Autor: Pablo Rosenfelt
Bloque: PJ – Cumplir
Palabra(s) clave(s): reducción velocidad pilmaiquén
PROYECTO DE COMUNICACIÓN
El Concejo Deliberante requiere al Departamento Ejecutivo que, a través de las áreas correspondientes y dentro del menor plazo posible, evalúe la implementación y proceda a la instalación de aquellos mecanismos para la reducción de la velocidad vehicular que considere más adecuados en ambas manos de la avenida Pilmaiquén, en el trayecto que va desde la avenida 14 de Julio hasta la calle Necochea y atraviesa los barrios El Nacional, San Ignacio y Prensa.
FUNDAMENTACIÓN:
Motiva el presente pedido la reiteración de una muy atendible inquietud elevada a concejales de este cuerpo por vecinos del sector comprendido por los barrios El Nacional, San Ignacio y Prensa, a quienes se suman otros que habitan en Las Cañitas, usuarios y visitantes del campo de deportes del club Argentino al que se accede a través del un portón ubicado en la esquina de Lucas Abad y Pilmaiquén.
Según refieren (y resulta sencillo comprobar) el caudal de tránsito en la avenida Pilmaiquén ha experimentado en los últimos tiempos un muy considerable incremento, sea por el crecimiento demográfico propiamente dicho de aquellos vecindarios a los que bordea como por su condición de acceso y conexión a otros sectores cercanos (Las Cañitas, San Agustín o Villa Harding Green, previo paso por avenida Indiada, con la consiguiente posibilidad de conexión a distintas rutas).
A esta situación cotidiana, se le agrega la proximidad del reinicio de una serie de actividades deportivas en el complejo del club Argentino, muchas de las cuales cuentan a sus participantes por centenares, con el consiguiente y proporcional incremento de flujo vehicular, en especial durante los fines de semana.
La cuestión es que este crecimiento del caudal, no sólo se traduce ya en una simple pérdida de la tranquilidad que antaño caracterizó a la zona, si no, mucho más grave, en el incremento de riesgos, roces, pequeñas colisiones y no pocas situaciones conflictivas y enojosas, consecuencia directa de la elevada velocidad (muy por encima de los 40 kilómetros por hora que fija como límite un único cartel ubicado en Pilmaiquén entre Washington y Remedios de Escalada) con la que conductores desaprensivos suelen transitar por una arteria que se extiende prácticamente en linea recta—salvo el leve desvío en forma de curvón que hay a la altura de Parera—a lo largo de 1200 metros que invitan a pisar el acelerador e subir cambios.
A esto, debe sumarse que también se ha visto incrementada la cantidad de personas que realizan caminatas y actividad física en la senda que se ubica a la vera del terreno en que se ubica la Planta Potabilizadora de ABSA y perciben, con lógica preocupación, que son apenas unos centímetros los que los separen de una auténtica pista de carreras y que salvo la pericia o el cuidado de los conductores, nada los protegería de ser arrollados por algún vehículo que perdiera el control o sufriera algún percance en su sistema de dirección.
Urge entonces, antes de que acontezca algún accidente más grave, que la incontable cantidad de incidentes relativamente menores ya sucedidos, que se tomen las medidas preventivas pertinentes y se proceda a implementar algún mecanismo físico y concreto para la reducción de la velocidad, más allá de una señalización que resulta insuficiente.
Mucho más si se tiene en cuenta que se está llevando a cabo una muy necesaria y anhelada obra de pavimentación de calle Parera, entre Pilmaiquén y Los Naranjos, la cual, mientras está en desarrollo reduce las opciones y sobrecarga el flujo de Pilmaiquén y, es de suponer, una vez culminada y habilitada, supondrá un incremento aún mayor en en el tránsito del sector.
Cabe consignarse además que este proyecto complementa y reitera uno similar aprobado en este cuerpo en diciembre de 2016, en el que se instaba al Departamento Ejecutivo a construir tres reductores de velocidad a lo largo de la avenida Pilmaiquén en las intersecciones con Mario Mauret y Rastreador Fournier (en sentido ascendente) y en Coronel Rosales (sentido descendente).
Lamentablemente aquella iniciativa no tuvo, como tantas otras, una favorable recepción por parte de los responsables en concretarla, toda vez que, desde el 28 de junio de 2017 permanece en la Secretaria de Gobierno, adonde fue remitida desde la
Secretaría de Infraestructura, previo paso por el área de Ingeniería de Transito.
Desde entonces a esta parte, lejos de resolverse o disminuir los riesgos en este punto indudablemente álgido para el tránsito bahiense, los inconvenientes se han incrementado, como así también la experiencia ha demostrado que, por ejemplo, los denominados “cruces peatonales” en altura (aún no muy implementados tres años atrás) vienen resultando una alternativa eficaz para los fines buscados que no pone en riesgo la estructura de los automóviles, cosa que si sucede con los clásicos “Lomos de Burro” o incluso con algunos sistemas de tachas o inserciones plásticas en el pavimento, las cuales al deteriorarse por el lógico desgaste al que son sometidas, terminan siendo muy dañinas para aquellos neumáticos que las sortean.
Por los argumentos expuestos, resulta deseable que la solicitud aquí volcada sea por fin tenida en cuenta y se tomen las medidas del caso, antes de que haya que lamentar males mayores.