Proyecto de Resolución
REQUERIMIENTO DE VIGILANCIA PERMANENTE PARA LOS MÓVILES DE ESTERILIZACIÓN CANINA Y FELINA
Expediente: HCD-855/2019
Autor: Gustavo Mandará
Bloque: PJ – Cumplir
Palabra(s) clave(s): móviles esterilación canina
PROYECTO DE RESOLUCIÓN
VISTO:
La situación expuesta durante la última reunión de la Mesa de Abordaje de la Problemática Animal Urbana por representantes de entidades proteccionistas, la cual contó con la anuencia de funcionarios de las áreas de Veterinaria y Zoonosis del municipio y representantes de distintas fuerzas de seguridad que forman parte de esta iniciativa.
Y CONSIDERANDO:
Que durante dicho encuentro se planteó que los móviles de esterilización gratuita que se instalan en distintos puntos de la ciudad han sido objeto en horas nocturnas de robos y reiterados hechos vandálicos.
Que las estructuras que conforman dichas unidades no están diseñadas para resistir ataques violentos, sino tan sólo cuentan con una mínima seguridad, que impide el ingreso a las mismas cuando no están en funcionamiento.
Que como consecuencia de estos hurtos, se debe suspender la actividad en las jornadas posteriores por falta de materiales e insumos y/o por el impedimento que supone tener que reparar roturas de equipamiento, con el consecuente desperdicio de los recursos asignados para el fin (profesionales disponibles, turnos, etc.).
Que esta afectación, además de un costo económico al erario público desde el que se sustenta íntegramente el funcionamiento de los móviles, se mide en un perjuicio ostensible a la salud pública ya que muchos de los animales del sector comprometido quedan sin la posibilidad de ser esterilizados lo que afecta en modo directo al control poblacional de la zona en forma irremediable.
Que, por la propia naturaleza de su finalidad, resulta mucho más efectivo que estos móviles sean ubicados en zonas más vulnerables en las que se concentra mayor población de animales en situación de calle o “semidomiciliados” y donde aquellos que sí tienen un hogar, forman parte de familias cuyos bajos recursos les imposibilita la opción de transportarlos hacia otros puntos de la ciudad.
Que para poder funcionar con normalidad, estas unidades deben apostarse en proximidades a sociedades de fomento, salas médicas, delegaciones municipales, etc. para proveerse de electricidad y sanitarios, pero deben ubicarse en las afueras de los perímetros cercados de estos espacios debido a las grandes dimensiones de los móviles, es decir en lugares abiertos donde no cuentan con mínimos dispositivos de seguridad.
Que en las ocasiones en las que se ha conseguido la instalación de estos móviles en predios cerrados pertenecientes a alguna institución barrial (clubes, sociedades de fomento, etc.) tampoco han quedado exentos de ser víctimas de ataques y robos, tal el caso acontecido hace poco tiempo cuando se lo destinó en dependencias del club La Armonía).
Que muchos de los ataques que se han registrado no pueden atribuirse a criminales organizados sino más bien improvisados o incluso a personas con problemas de adicción que irrumpen en estas unidades en la creencia que en su interior podrán encontrar medicinas y otras sustancias.
Que, por definición, para que el servicio público de castración de perros y gatos sea exitoso, debe cumplir con los siguientes parámetros: ser masivo, gratuito, abarcativo, sistemático, temprano y extendido y cualquier condicionamiento que impida su actuación en todo su potencial, provoca el fracaso del programa.
Que limitar el servicio a determinados barrios de acuerdo a las probabilidades de seguridad, imposibilita el acceso de todos los vecinos al control poblacional de la fauna urbana, y margina a aquellos sectores con mayores índices de reproducción indefinida de caninos y felinos, con lo que se incumple con una de las características básicas del programa de control poblacional como es la extensividad y se debilita al resto de los esfuerzos para lograr el fin.
Que resulta tan razonable como factible suponer que dentro de los planes de vigilancia habitual que se llevan a cabo alrededor de la ciudad, sea a través de patrullajes con vehículos o, especialmente, mediante la instalación de los denominados “destacamentos móviles”, bastaría una mínima coordinación y organización con quienes diseñan ésta logística, para prever que la determinación de los lugares donde se instalaran las unidades de castración pueda decidirse no ya condicionada o limitada por donde resulte posible para así evitar inconvenientes o perjuicios si no donde devenga imperiosa y necesaria, para poder cumplir con su principal cometido, es decir, contribuir a controlar la superpoblación de perros y gatos en forma ética y efectiva.
EN USO DE SUS FACULTADES, EL HONORABLE CONCEJO DELIBERANTE DE BAHÍA BLANCA
RESUELVE:
PRIMERO: Requerir al Departamento Ejecutivo que de la forma más conveniente y efectiva, sea con personal propio o en coordinación con aquellas fuerzas de seguridad nacionales y provinciales que puedan prestar el servicio, provea de vigilancia a los Móviles de Castración, toda vez que estos deban ser instalados en algún punto donde se evalúe pertinente tomar esta prevención.
SEGUNDO: Requerir al Departamento Ejecutivo que evalúe la posibilidad de dotar a estos móviles de cámaras de seguridad que puedan actuar como elemento disuasivo ante potenciales ataques o hechos vandálicos.
TERCERO: Convocar en el ámbito del Concejo Deliberante para el caso que desde el Departamento Ejecutivo se juzgue necesario a una reunión de trabajo entre representantes de las áreas municipales intervinientes, representantes de fuerzas de seguridad y las instituciones que forman parte de la Mesa de Abordaje de la Problemática Animal Urbana a los efectos de definir detalles e intercambiar toda información que pueda resultar práctica a los fines de esta resolución.
CUARTO: Difundir con la mayor amplitud que resulte posible a través de todos los medios disponibles que los Móviles de Castración contarán con vigilancia permanente e instalar en su estructura cartelería muy visible que informe que se trata de unidades custodiadas y monitoreadas con el objeto de prevenir hechos vandálicos y disuadir a quienes puedan pensar en perpetrarlos amparados en el anonimato.