Proyecto de Resolución
Apoyando la renegociación de la deuda llevada a cabo por el Gobierno Nacional y Provincial
Expediente: HCD-192/2020
Autor: Frente de Todos
Bloque: Frente de Todos
Coautor(es): Gisela Ghigliani Gustavo Mandará Pablo Rosenfelt Romina Pires Carlos Quiroga Walter Larrea Luis Alberto Calderaro Lucía Verónica Martínez Zara Analía López Carlos Moreno Salas Paula Echeverria
Palabra(s) clave(s): deuda externa
VISTO
La grave situación de endeudamiento que afronta nuestro país;
CONSIDERANDO
Que lamentablemente nuestro país tiene un triste y largo derrotero de controversias en torno al problema de la deuda externa;
Que el Fondo Monetario Internacional fue creado en el marco de los acuerdos de Bretton Woods (1944) que planificaron un nuevo esquema geopolítico internacional a la salida de la 2° Guerra Mundial;
Que muchos de los objetivos bosquejados en dicha conferencia nunca fueron aplicados o directamente resultaron opuestos a las políticas que el organismo llevó en su funcionamiento concreto;
Que el mundo venía de décadas de alta convulsión económica a partir de que el patrón – cambio oro mostró sus claras insuficiencias para el control de las finanzas internacionales, producto de la imposibilidad del pago de las deudas originadas en la 1° Guerra Mundial, el crack de Wall Street, la caída en la producción y la demanda a nivel internacional, el aumento de la desocupación y el crecimiento y consolidación de los fascismos en Europa;
Que Harry White, subsecretario del Tesoro norteamericano, por pedido del entonces presidente Franklin D. Roosevelt, ya en los borradores de creación del FMI, sostenía que entre las funciones del nuevo organismo debía estar el otorgamiento de financiamiento a los países que sufrían problemas en la balanzas de pagos y el establecimiento de medidas para regular los flujos internacionales de capital y evitar así los clásicos ajustes ortodoxos;
Que la posterior historia del FMI contradijo los planteos de Harry White y John Maynard Keynes, quien en su “Teoria General sobre la ocupación, el interés y el dinero” (1936) destacaba fuertemente la importancia del Estado en la economía, ya que el FMI apoyó continuamente la fuga de capitales, recetas de libertad irrestricta de comercio y ajustes ortodoxos como los que sufrió Argentina en distintas oportunidades de su historia;
Que Joseph Stiglitiz en “El Malestar de la Globalización” (2002) sotenía que a diferencia de los planteos de Keynes “hoy los fundamentalistas del mercado dominan el FMI, ellos creen que en general el mercado funciona bien y que en general el Estado funciona mal. El problema es evidente: una institución pública creada para corregir ciertos fallos del mercado pero actualmente manejada por economistas que tienen mucha confianza en los mercados y poca en las instituciones públicas. Las incoherencias del FMI parecen especialmente problemáticas cuando se enfocan desde la perspectiva de los avances de la teoría económica en las últimas tres décadas”;
Que en su diseño final en Bretton Woods se terminó por intentar asegurar los intereses de Estados Unidos, quedando la dirección de la entidad en sus manos con una proporción de votos inicial de 31,3%;
Que como sostiene Fred Block en “Los orígenes del desorden económico internacional.La política monetaria internacional de los Estados Unidos, desde la Segunda Guerra Mundial hasta nuestros día” Harry White creía que “el libre comercio subestima exageradamente la medida en que un país puede virtualmente elevarse por sí sólo de un país agrícola atrasado a un país industrial avanzado”;
Que nuestro país ingresó al Fondo Monetario Internacional en 1956 durante la dictadura de la auto denomidada “Revolución Libertadora”;
Que desde la incorporación de nuestro país al FMI existe un inconfundible lazo entre los acuerdos firmados y la implementación de planes de ajuste;
Que Argentina se incorporó a la globalización financiera desde un posicionamiento de sumisión y perdida paulatina de soberanía nacional que determinó el proceso de acumulación y concentración de riquezas en nuestro país;
Que los distintos acuerdos con el FMI tuvieron un gran impacto negativo en nuestra sociedad, aceptando parte de la dirigencia de nuestro país todas las medidas del Fondo para desmantelar diversos controles del Estado y abriendo la economía al comercio y capital extranjero;
Que las políticas de ajuste, recesivas y de corte neoliberal, sugeridas por el FMI en su rol de gendarme de Wall Street, condujeron reiteradamente a crisis económicas que agravaron la situación argentina en los últimos 40 años;
Que Martínez de Hoz como Ministro de Hacienda de la última dictadura cívico militar encaró un acuerdo con el objetivo de desregular la economía, liberar los precios y congelar salarios que terminó con una profunda fuga de capitales y con una crisis financiera en 1981 y una virtual cesación de pagos producto del crecimiento de la deuda;
Que en 1982 el Banco Central, conducido por Domingo Felipe Cavallo en su rol de Presidente del Directorio del Banco Central de la República Argentina, nacionalizó la deuda de los sectores privados garantizándoles una tasa de cambio fija y asumiendo el Estado el aumento de los tipos de cambio;
Que posteriormente gracias a la famosa “Causa Olmos” y por medio del fallo del Juez Jorge Ballestero en junio del 2000 se determinó la ilegalidad de la deuda contraída en el período 1976 – 1983 ya que se determinó que la deuda y la política económica de la última dictadura cívico militar tuvieron como objetivo “beneficiar y sostener empresas y negocios privados –nacionales y extranjeros- en desmedro de sociedades y empresas del Estado” ;
Que el Juez Ballestero sostuvo en dicho fallo que “el gobierno constitucional, en junio de 1984, se dirigió al Fondo Monetario Internacional exponiendo la situación heredada, el deterioro económico a partir del fracaso de la política en ese sentido practicada durante el gobierno de facto, reclamando condiciones más adecuadas para cumplir los compromisos”;
Que durante la primera etapa del gobierno de Raúl Alfonsín, la diplomacia argentina intentó activar una serie de mecanismos de concertación política multilateral para hallar una solución al problema de la deuda externa. Los más destacados en este sentido tuvieron lugar durante el año 1984, que registró la participación argentina en la Conferencia de Quito (enero), la declaración conjunta efectuada con Brasil, México y Colombia (mayo), la Reunión de Cartagena (junio), y la Segunda Reunión del Grupo de Cartagena en Mar del Plata (septiembre);
Que en 1984 Dante Caputo en la Conferencia Económica Latinoamericana (CELA) en la ciudad de Quito sostuvo que “la democracia argentina no acepta la trampa en la que el sistema financiero internacional y las minorías a él asociadas la han colocado al generar esta agobiante deuda externa. Los estados nacionales han sido usados para apañar a estos grupos especuladores. El destino del continente está en salir fuera de esta trampa. (…) La crisis que sufrimos quizás tenga como contrapartida la creación de una oportunidad invalorable para convertir finalmente en realidad la integración de América Latina y del Caribe”;
Que con la llegada de Carlos Menem al poder se abrió un nuevo período de profundo endeudamiento del país y de entrega de la soberanía nacional en el marco internacional del “Consenso de Washington”;
Que al final del gobierno de Carlos Menem la deuda externa superaba los 140 mil millones dólares y la fuga de capitales los 120 mil millones. Las consecuencias sociales no fueron menos graves: una tasa de desempleo que llegó al 23% de la población activa y la caída del 50% de la población bajo la línea de la pobreza, que condujo a la crisis inevitable que estallaría tres años más tarde en el gobierno de Fernando De La Rúa que continuó con las políticas neoliberales de la convertibilidad y con la dependencia al FMI;
Que los resultados económicos de la etapa que arranca con la dictadura militar son elocuentes. Entre 1974 y 1999, en 25 años, el PBI argentino creció un 55%, el PBI industrial sólo un 10% y el PBI per cápita permaneció estancado. Por otra parte, la deuda externa aumentó de 8000 millones de dólares a 170 mil millones de 1975 al 2002 y la diferencia entre el 10% de la población de mayores ingresos y el 10% de la población de menores ingresos se agrandó 40 veces en el mismo período;
Que bajo el gobierno de Néstor Kirchner Argentina logró el canje más ventajoso de la historia reciente de deudas en default. No sólo porque consiguimos la mayor quita nominal, sino también porque se alargó los plazos de pago y redujo las tasas de interés. Además se pesificó un tercio del pasivo, rompiendo con la tradición local de dolarización de la deuda pública;
Que comparando el resultado del canje de deuda argentino con los llevados a cabo por los cinco países que entraron en default en esos años, se observa que la deuda argentina a renegociar era superior a la de Rusia (que entró en default en agosto del ’98), Ecuador (septiembre del ’99), Uruguay (que reestructuró “voluntariamente” su deuda en abril de 2003), Ucrania (septiembre ’98), y Pakistán (noviembre del ’99), la quita nominal de capital obtenida fue del 55 por ciento, frente al 35 por ciento de Rusia, el 32 por ciento de Ecuador y las reestructuraciones sin podas efectuadas por el resto de los países;
Que además el gobierno argentino alargó los plazos de pago en 22 años, frente los 5 años negociados por Rusia y Uruguay, que habían sido hasta ahora los dos países que más habían estirado los vencimientos. Argentina fue el único país que logró reducir las tasas de interés a pagar, en contraposición con Rusia y Ecuador que incluso tuvieron que prometer tasas mayores. Argentina no reconoció los intereses devengados desde el momento del default hasta el lanzamiento del canje: unos 20.000 millones de dólares;
Que el Presidente Néstor Kirchner sostuvo en el 2005 “queremos volver a ser independientes y manejar nosotros los resortes de nuestro país y por eso le dijimos al Fondo Monetario Internacional basta de deuda externa, la Argentina se libera, la Argentina construye su destino, la Argentina empieza a construir su independencia”;
Que el economista Miguel Bein, en una entrevista publicada en el diario La Nación el 30 de junio de 2014 en medio del embate de los Fondos Buitre, reconoció que la negociación encabezada por Kirchner se trató del “desendeudamiento más grande de la historia”;
Que la nueva intervención del FMI en la política económica argentina durante el Gobierno de Mauricio Macri constituyó un severo retroceso;
Que el endeudamiento externo es el corazón del neoliberalismo y la herencia principal del Gobierno de Mauricio Macri que endeudó al país a un ritmo de 32.500 millones por año durante su mandato;
Que el Presidente Alberto Fernánde en el discurso del 1° de marzo sostuvo “No vamos a pagar la deuda a costa del hambre y la destrucción de los sueños de los argentinos y las argentinas. Necesitamos un acuerdo que permita a Argentina ponerse de pie y no volver a caer. Nunca más a un endeudamiento insostenible. Nunca más a la puerta giratoria de dólares que ingresan por el endeudamiento y se fugan dejando tierra arrasada”;
Que la Vice Presidenta Cristina Fernández de Kirchner sostuvo que “deberíamos en principio investigar, creo que independientemente de la reestructuración de la deuda hay que poner un Nunca Más, de la misma manera que el Presidente Alfonsín hizo el Nunca Más de lo que fue la historia de las dictaduras militares y de la represión, dando origen a un período de recuperación democrática, creo que tiene que haber un punto de inflexión, un Nunca Más a través de una comisión integrada por personalidades de la sociedad”;
Que los vencimientos de la deuda alcanzan los 200 mil millones de dólares entre 2020 y 2023 durante los primeros dos años se observan vencimientos en moneda extranjera por 30 mil millones por año y en los últimos dos por más de 40 mil millones de dólares anuales (47 mil millones en 2022 y 43 mil millones en 2023);
Que los argentinos debemos acabar con el actual contexto de exclusión, pobreza y desigualdad que sufren millones de compatriotas;
Que la crisis sanitaria y económica derivada de la pandemia del Coronavirus – COVID 19 añade incertidumbre a nivel global;
Que el 16 de abril el Presidente Alberto Fernández y el Ministro Martín Guzmán presentaron los términos de la oferta argentina para reestructurar la deuda pública externa;
Que los Gobernadores de las distintas provincias en un documento titulado “Argentina, un futuro sostenible” respaldaron el proceso de renegociación de la deuda pública formulado por el Estado Argentino;
Que los Gobernadores expresamente sostuvieron “en un contexto mundial adverso y de alta incertidumbre por el impacto del COVID-19, la República Argentina procura ante la comunidad internacional un plan de pagos sustentable y creíble, hecho con seriedad, en base a la capacidad de pago del país, tanto en el corto como en el mediano y largo plazo, desterrando cualquier tipo de especulaciones. Las fuerzas políticas en su conjunto tenemos que hacer el mayor esfuerzo posible y dar todo el apoyo para que Argentina pueda redefinir sus compromisos de forma sostenible de modo de poder cumplir con sus obligaciones y evitar la cesación de pagos o default”;
Que los intendentes de la Provincia de Buenos Aires expresaron públicamente su apoyo al Gobernador Axel Kicillof en el proceso de renegociación de la deuda resaltando la finalidad de recuperar la sostenibilidad de la deuda, contemplando la capacidad real de pago y permitiendo superar la grave crisis económica y social en curso;
POR TODO LO EXPUESTO EL HONORABLE CONCEJO DELIBERANTE EN USO DE SUS FACULTADES
RESUELVE
ARTICULO 1°. Apoyar contundentemente la renegociación de la deuda llevada a cabo por el Gobierno Nacional y Provincial en el marco de la grave crisis económica que vive nuestro país y en particular la Provincia de Buenos Aires.
ARTICULO 2°. Remitir copia de la presente resolución al Ministerio de Economía de la Nación y al Ministerio de Hacienda y Finanzas de la Provincia de Buenos Aires.