Proyecto de Resolución
SOLICITANDO AL CONSEJO SUPERIOR UNIVERSITARIO DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SUR (UNS) SE DE CURSO FAVORABLE AL PEDIDO DE OTORGAMIENTO DEL TITULO DE INGENIERO INDUSTRIAL HONORIS CAUSA POST MORTEM AL ALUMNO DAVID “WATU” CILLERUELO
Expediente: HCD-278/2021
Autor: Frente de Todos
Bloque: Frente de Todos
Coautor(es): Gisela Ghigliani Gustavo Mandará Pablo Rosenfelt Romina Pires Carlos Quiroga Walter Larrea Luis Alberto Calderaro Lucía Verónica Martínez Zara Analía López Carlos Moreno Salas Paula Echeverria
Palabra(s) clave(s): watu
PROYECTO DE RESOLUCION:
VISTO:
La solicitud presentada ante el Sr. Rector de la UNS por la Comisión por el reconocimiento académico de David “Watu” Cilleruelo para que el CSU de esa Casa de Altos Estudios otorgue el título de Ingeniero Industrial Honoris Causa post mortem al estudiante que fuera asesinado por integrantes de la custodia personal del Interventor Dionisio Remus Tetu en fecha 3 de abril de 1975; y
CONSIDERANDO:
Que David Hover “Watu” Cilleruelo era un estudiante de la UNS, nacido en la ciudad de Gral. Roca, Provincia de Río Negro, el 6 de noviembre de 1951. Había comenzado sus estudios universitarios de Ingeniería industrial en la UNS en el año 1969, desarrollando también una activa militancia estudiantil en la Federación Juvenil Comunista. Desde mediados de 1974 participó en el proceso de conformación de la Federación Universitaria de Bahía Blanca (FUBB), de la cual fue elegido como Secretario General, siendo que la asunción de su cargo y la inauguración de la FUBB se proyectaron para abril de 1975, pero la intervención de Dionisio Remus Tetu interrumpió el proceso;
Que el día 3 de abril de 1975, mientras se encontraba realizando una “volanteada” convocando a una Asamblea estudiantil de repudio a la gestión del Interventor Remus Tetu, fue brutalmente asesinado de un balazo en la nuca, crimen cometido, según los testigos presenciales, en un pasillo del ala de ingeniería del edificio de la UNS en la Avenida Alem N° 1015 de Bahía Blanca, a metros del ingreso al aula de dibujo y de lo que hoy es el Centro de Estudiantes de Ingeniería y Agrimensura;
Que fueron denunciados como autores del crimen al menos dos integrantes del aparato de seguridad del Interventor Remus Tetu, entre quienes se identificaron como el asesino a Jorge Argibay, quien fuera el jefe del personal de seguridad y vigilancia contratado por Tetu en 1975;
Que, a pesar de que, testigos presenciales identificaron a Argibay como autor del asesinato, la investigación a cargo de la Justicia Federal se estancó rápidamente. Asi fue que, entre 1975 y 1980 fueron citados a declarar Remus Tetu y Argibay, así como otros de los integrantes del personal de seguridad y vigilancia de la UNS, pero ninguno de ellos fue detenido. En 1987, tras el fallecimiento de Argibay, señalado como principal sospechoso, el Juez Federal que entendía en la causa por el homicidio de “Watu” decidió el sobreseimiento total y definitivo, con el argumento de que, ante la imposibilidad de realizar nuevas pruebas para lograr la individualización de otros posibles autores del crimen, la investigación se encontraba “virtualmente agotada”;
Que a partir de la celebración del juicio oral y público llevado a cabo en nuestra ciudad por los crímenes cometidos por la organización paramilitar “Triple A”, se han ventilado eventuales responsabilidades penales vinculadas, entre otros, a aquel crimen, y la Fiscalía interviniente ha señalado: “Lo que simboliza David Hover Cilleruelo trasciende este trágico acontecimiento para transformarse en una tradición que confiere identidad a una comunidad estudiantil que lo ha adoptado como hito fundante en la reactivación de la política universitaria a partir de la vuelta de la democracia y que lo sigue haciendo incesantemente hasta nuestros días. El sobrenombre, el apodo de “Watu”, se ha convertido, en los hechos, en la palabra que representa la institucionalización del movimiento estudiantil universitario y su identificación con los valores democráticos y los Derechos Humanos. Es por lo expresado que para una reparación simbólica lo más adecuada posible resulta necesario que este reconocimiento fáctico se traduzca institucionalmente. “
Que en el marco del camino por instaurar políticas públicas de Memoria, Verdad y Justicia, también la UNS ha sumado su aporte con el dictado de distintas Resoluciones que no solo buscan recuperar la memoria militante de “Watu” (y la criminalidad de su asesinato), sino también coadyuvar a la búsqueda de la Verdad y la sanción a los responsables de la comisión de crímenes de Lesa Humanidad (ver, entre otros, Resolución CU-049/95 ; Resolución CSU-067/06; Resolución CSU-451/09; Resolución CSU-02/12; Resolución CSU-325/12);
Que el CSU de la UNS en su resolución CSU-049/21 en repudio al último golpe cívico-militar consideró que “por las características del terrorismo de Estado, la participación de un miembro de su comunidad en la jefatura de la organización paraestatal mencionada, la provisión de empleos y vehículos a los acusados y la inacción institucional posterior, la UNS debe problematizar su propia historia y asumirse en su triple papel de víctima, escenario y victimaria de los crímenes estudiados en el presente juicio”;
Que en la misma norma, aprobada por unanimidad, el CSU consideró que es “responsabilidad ineludible de las Universidades Nacionales mantener en el tiempo el recuerdo del período más nefasto de nuestra historia nacional como ejercicio de memoria social para recordar a las víctimas del Estado terrorista y reflexionar sobre las consecuencias que implica sustituir el Estado de Derecho”
Que este HCD se ha expresado en innumerables oportunidades desde la recuperación del sistema democrático, manifestando el repudio por todos los delitos de Lesa Humanidad cometidos desde el aparato estatal y paraestatal, y reafirmando la necesidad de construir y ratificar un nuevo contrato social que ponga a la defensa de los DD.HH y a las Políticas de Memoria, Verdad y Justicia como Norte de los objetivos de los y las ciudadanas y de sus representantes institucionales;
Que el nefando período dictatorial inaugurado el 24 de marzo de 1976, y las experiencias represivas paraestatales inmediatamente anteriores que le sirvieron de prólogo, buscaron eliminar y desaparecer cualquier atisbo de resistencia a la instauración de un plan económico construido bajo la premisa de abortar definitivamente un modelo de desarrollo económico independiente, socialmente justo y con inclusión, y por eso tuvo en la clase trabajadora organizada y los jóvenes, a sus blancos predilectos, dada la capacidad transformadora y resistente de sus cuadros políticos y militantes;
Que pese al horror desplegado por el aparato cívico-militar y sus brutales métodos que han pretendido silenciar y acallar la Memoria, el Pueblo argentino, encabezado por Madres, Abuelas, HIJOS y Familiares de las Víctimas, como expresión organizada de los Organismos de DD.HH y las y los ciudadanos que han resistido a la desmemoria, ha dado una conmovedora lucha desde el mismo momento en que reinaba el terror estatal, para lograr, acompañado por decisiones políticas asumidas desde los Gobiernos populares, que la República Argentina se convierta en el orgulloso estandarte que flamea digno en el concierto internacional de los pabellones, por su política de juzgamiento de los crímenes de Lesa Humanidad y por sus acciones de Memoria, Verdad y Justicia;
Que, en ese camino de construcción de Memoria, el reconocimiento post morten a David “Watu” Cilleruelo por la Universidad Pública que fuera escenario de su asesinato, deviene un imperativo político e institucional insoslayable, como también lo constituye para este HCD;
Que la UNS tiene aprobado el procedimiento de otorgamiento de Títulos Honoris Causa, bien que otorgando el título de Doctor, aunque dado el carácter de extraordinario y único que reviste el tema en tratamiento, sin duda puede hacerse lugar a la excepción pertinente.
POR TODO LO EXPUESTO, EL HCD DE BAHIA BLANCA,
EN USO DE SUS FACULTADES
RESUELVE:
PRIMERO: Adherir y acompañar a la presentación realizada por la Comisión por el reconocimiento académico de David “Watu” Cilleruelo, haciendo propios sus fundamentos y solicitar al Consejo Superior Universitario de la UNS, se haga lugar a a la misma y se otorgue a David “Watu” Cilleruelo el reconocimiento del título de Ingeniero Industrial Honoris Causa post mortem.
SEGUNDO: Elevar copia de esta Resolución al CSU y al Sr. Rector de la UNS y a los integrantes de la Comisión por el Reconocimiento Académico de David “Watu” Cilleruelo.