Proyecto de Minuta
PEDIDO DE INFORMES AL INTENDENTE MUNICIPAL AL CUMPLIRSE UN AÑO DE LA DESIGNACIÓN DEL NUEVO PRESIDENTE DE LA EMPRESA “BAHÍA AMBIENTAL SAPEM”.
Expediente: HCD-742/2021
Autor: Frente de Todos
Bloque: Frente de Todos
Coautor(es): Gisela Ghigliani Gustavo Mandará Pablo Rosenfelt Romina Pires Carlos Quiroga Walter Larrea Luis Alberto Calderaro Lucía Verónica Martínez Zara Analía López Carlos Moreno Salas Paula Echeverria
Palabra(s) clave(s): informe -sapem
MINUTA DE COMUNICACIÓN
El Honorable Concejo Deliberante solicita al intendente municipal, Héctor Gay, que, en virtud de cumplirse en fecha próxima, el primer año de gestión de la conducción de la empresa Bahía Ambiental Sapem a cargo del contador Juan Lucas Velez, por él designado para tal cargo en pleno uso de sus facultades, se sirva aportar información precisa y detallada sobre los resultados obtenidos, los objetivos alcanzados y los pendientes, la actualidad financiera y operativa y todo aquello que considere pertinente, toda vez que se trata de una de las contrataciones más onerosas de todas cuantas demanda a terceros la Municipalidad de Bahía Blanca y al ser íntegramente solventada con fondos provenientes de las arcas comunales, reviste indudable connotación pública.
En especial, sería de interés de este cuerpo, que el intendente tenga a bien responder sobre los siguientes ítems:
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Si tiene conocimiento del último balance de la empresa al 30 de abril de 2021 y sus resultados y cómo los evalúa.
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Si tiene noticia de que, luego de algunos períodos superavitarios, la empresa ha pasado a resultar deficitaria y si ha indagado en las causales de tal situación.
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Si se tiene mensurada la cuantía total de las pérdidas, los motivos de las mismas y explique, como responsable del Departamento Ejecutivo, la forma administrativa en que estas se solventan.
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Si existe alguna evaluación certera sobre el grado de conformidad o no de los vecinos y vecinas bahienses con el servicio prestado.
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Si ha recibido información sobre un creciente incremento de los gastos operativos, los montos destinados a abonar horas extras y contratar personal eventual, unincremento del índice de “accidentología”, compra de repuestos e insumos (combustible, neumáticos, lubricantes), el estado del parque automotor y del equipamiento en general.
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Si tiene conocimiento de inversiones, incorporación de equipamiento o maquinaria al patrimonio de la empresa efectuado durante este año.
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Si al momento de decidir hace aproximadamente un año el reemplazo del contador Ernesto Aguirre como responsable de la empresa, tuvo conocimiento del “Informe de Gestión” proporcionado por este profesional, si los resultados de este trabajo fueron cotejados con el último balance al 30/04/2021 y si tiene alguna conclusión sobre la diferencia numérica que se percibe entre ambos.
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Cualquier otro abundamiento que pueda considerar valioso a la hora de que la población bahiense pueda tener conocimiento sobre el destino de los fondos destinados a solventar el funcionamiento de la empresa
FUNDAMENTOS
La proximidad del cumplimiento del primer aniversario desde que el intendente municipal tomara la decisión, en noviembre de 2020, de apartar del cargo al contador Ernesto Aguirre como responsable de Bahía Sapem Ambiental y designar en su reemplazo al contador Juan Lucas Vélez, deviene en ocasión propicia para traducir en términos concretos la tantas veces proclamada vocación por la transparencia en el manejo de las cuestiones públicas, en especial tratándose del contrato más voluminoso de todos cuantos demanda la estructura municipal.
Sirve recordar que el cambio de autoridades a cargo de la empresa, una potestad exclusiva e intransferible del intendente municipal, procedió en este caso, luego de que a mediados del año pasado se hiciera pública la intención del Departamento Ejecutivo de liquidar a la sociedad anónima y llamar a una licitación pública para proceder a su privatización del servicio.
En aquellos días, se inició un debate sobre si podría resultar beneficioso, conducente y positivo, poner en manos de particulares una estructura que, aún perfectible (como toda actividad pública) no sólo cumplía con el cometido para el cual había sido creada, si no también mostraba números positivos en sus balances.
Fue entonces que en una actitud valiosa, el intendente dio marcha atrás sobre su decisión y no avanzar con la idea; sin embargo, pocos meses después, se procedió a reemplazar a quien tenía a su cargo el manejo de la empresa, contador Ernesto Aguirre y designar en su lugar al también contador Juan Lucas Vélez.
Debe decirse también, que, como reconocimiento a la labor desempeñada por el titular saliente, además de expresiones laudatorias hacia su cometido, señaladas en el acuerdo suscripto para su desvinculación, el intendente resolvió premiarlo con una gratificación cercana al millón de pesos.
Del mismo modo, cabe acotar que, al momento de su partida, el contador Aguirre entregó entre otros al Concejo Deliberante, a través de los directores que lo representan en el directorio de la empresa, un amplio informe de gestión en el que se daba cuenta de la actualidad financiera y operativa de BASapem.
Allí podía observarse que, aun a siete meses de instaurada la cuarentena y las múltiples consecuencias de la pandemia de Covid-19, la empresa cumplía dos años consecutivos con resultado positivo de ganancias (16,2 millones en 2019 y 60,3 millones en 2020); una baja en accidentes laborales y en la necesidad de contratación de eventuales; se habían cancelado todas las deudas fiscales y comerciales y recuperado los cobros atrasados con ART; se habían reinvertido utilidades por un monto de 25 millones y se había dejado una reserva (provisión) de más de 20 millones para contemplar el futuro pago de aguinaldos.
Estos son algunos entre muchos otros datos de los que podía desprenderse que, con los avatares lógicos de una estructura de estas dimensiones, BASapem se encontraba en muy buenas condiciones generales, percepción compartida incluso en declaraciones públicas por el intendente municipal, quien aun así dio cuenta de su intención, en completo uso de sus facultades como primera autoridad municipal, de “buscar otra impronta” para la empresa.
Recientemente, a través del concejal Gustavo Mandará, quien ocupa la representación de la oposición en el Concejo Deliberante en el Directorio de la empresa, nuestro bloque tomó conocimiento del último balance de Bahía Ambiental Sapem, realizado en cumplimiento de las normativas vigentes al 30 de abril de 2021.
Entendemos que la toma de conocimiento y la divulgación del mismo entre sus pares, ha resultado análoga por parte de aquellos ediles oficialistas que también ocupan lugares como directores.
Y un primer análisis de estos resultados, para los que se contó con la inestimable ayuda de especialistas en cuestiones contables y financieras, da cuenta de que aquel estado de completo saneamiento de apenas un año atrás, ahora se ha transformado en un déficit cercano a los 50 millones, aun recurriendo a la fórmula económica de expresar valores a “moneda constante”, recurso casi indispensable si se pretende alguna aproximación a certezas en un contexto inflacionario como el que, lamentablemente, caracteriza a nuestro país.
De un repaso por el balance puede advertirse que más allá de una pauta de indexación de alrededor del 46 por ciento, hubo gastos (curiosamente la mayoría relacionado con aquellos ítems considerados intangibles) que se incrementaron muy por encima de ese porcentaje.
Como ejemplo sirve mencionar que en solventar personal eventual se aumentó casi un 90 por ciento (se pasó de 70 a 136 millones); en repuestos, de 20 a 71 millones; los denominados “servicios a terceros” pasaron de 300 mil pesos a 1,2 millones y el fondo de emergencias por Covid-19 pasó de 500 mil a 2 millones; todo esto expresado en cifras redondas y entre otros varios ítems que aumentaron muy por encima de la inflación anual y, lo más llamativo, en el lapso que va desde fines de noviembre a abril, porción del período en el que ejercieron la conducción las nuevas autoridades de la empresa, incluido el nuevo asesor legal, abogado Ignacio Bechthold y los representantes designados por el Departamento Ejecutivo.
De todo esto, cobra fuerza la presunción de que a la empresa se le ha tenido que inyectar mucho más dinero del que estaba presupuestado y que el denominado índice de “operación bruta” (esto es la venta menos los costos directos) ha caído del 16,3 por ciento al 2,7, mientras que el resultado neto habría pasado a ser de 7,4 por ciento positivo al 4,6 negativo.
De esta interpretación, se desprende además que la diferencia entre aquellos casi 90 millones de saldos positivos que podrían reunirse por varios conceptos y estos casi 40 millones, de actual saldo negativo, asciende a 130 millones, una cifra lo suficientemente abultada como para merecer una explicación detallada, por tratarse de dinero aportado por todos los contribuyentes a una sociedad anónima que también es patrimonio de toda la ciudad y cuyo valor de mercado podría haberse depreciado en proporciones muy gravosas para los intereses públicos.
Por todo lo expuesto, se descuenta el acompañamiento de todo el cuerpo en la aprobación de este proyecto y la predisposición del destinatario de esta solicitud, para que, con el auxilio de las áreas que considere necesario, pueda responderla con la mayor prontitud.