El Concejo Deliberante de Bahía Blanca distinguió hoy por la mañana a la escritora y psicóloga Liza Porcelli Piussi y a su compañero canino “Berni” como “Personalidades Destacadas de la Cultura Bahiense”.
El acto, se llevó a cabo en la Plaza del Teatro Municipal de nuestra ciudad, y contó con la presencia del presidente del Cuerpo deliberativo, Fernando Compagnoni junto al autor del proyecto de resolución por la que se reconoció a la artista, concejal Gustavo Mandará, de alumnos del turno mañana de la Escuela 4 “Bartolomé Mitre”, y de público en general.
El Cuerpo deliberativo consideró la prolífica obra de la artista y sus reconocimientos nacionales e internacionales; y entiende que ambos (ella y el perro), como “sociedad artística”, contribuyen con su labor tanto a desarrollar el hábito lector en niños y jóvenes como a divulgar necesarios valores de convivencia, respecto por la Naturaleza, cultivo de la diversidad y compromiso con el medio ambiente, al tiempo que constituyen un ejemplo sobre genuino afecto, sana convivencia y mutua colaboración.
Se contempla también que, por su temática y calidad, sus obras suelen ser tomadas como material de estudio en establecimientos educativos de todo el país (en el caso de Bahía Blanca los 4tos años), y han dado motivo a diversos trabajos de psicopedagogía en los que se instruye a docentes sobre cómo utilizarlos como herramienta de trabajo en las aulas.
Liza Porcelli Piussi y “Berni” fueron distinguidos en la Plaza del Teatro Municipal, junto al monumento construido a “Cachi”, el perro callejero más reconocido de la ciudad.
En concordancia con los principios que se postulan en sus historias, Liza es una consecuente defensora de la causas ambientales, los derechos de los animales, un modo de vida sustentable, la forestación urbana, el reciclaje y la conservación de los recursos naturales.
De igual modo, y como parte de esa forma de entender al mundo, en 2013, su vida cambió para siempre a partir de su encuentro con “Berni”, un perro al que (como a otros 17) rescató de su situación de calle.
Según detalla, siendo un cachorro de alrededor de tres meses fue recogido en una ruta cercana a Buenos Aires y depositado en una gomería, vecina a su domicilio. Al verlo allí atado con un metro de cuerda, ella empezó a buscarlo cada día para ir a pasear y darle a una mejor vida hasta el anochecer, cuando lo devolvía.
El animal escapó y fue atropellado por un colectivo, accidente que le provocó severos golpes internos que requirieron de un cuidado especial para su recuperación, circunstancia que motivó su adopción definitiva.
Desde entonces, se ha desarrollado entre ambos un vínculo indisoluble, a punto que en 2015, la presencia de “Berni” en su vida, fue uno de los motivos que la llevó a decidir su regreso a Bahía Blanca para que su compañero tuviera una mejor calidad de vida en una vivienda ubicada en Villa del Parque.