El Honorable Concejo Deliberante local reconoció esta mañana como “Personalidad destacada de Bahía Blanca” al músico Raúl Soto.
Atendiendo a los méritos de su trayectoria artística como destacado flautista, saxofonista y; por años, Solista Principal de Clarinete de la Orquesta Sinfónica Provincial de Bahía Blanca, el Cuerpo deliberativo, junto al Instituto Cultural distinguieron al referente cultural bahiense.
El acto especial, se desarrolló en el recinto “Alfredo Albino Ponte” de Sarmiento 12 y contó con la presencia de la presidente del HCD, Fabiola Buosi, de concejales de las distintas bancadas, del director del Instituto Cultural, José Ignacio González Casali, del director de Arte Emergente y Actividades Culturales en Espacios Públicos, Rubén García, familiares y amigos y músicos de Bahía Blanca.
A la formal ceremonia de entrega del correspondiente testimonio y diploma, le continuó la música, momento y espacio en el que Soto deleitó a todos los presentes con su potencial, y con diferentes agrupaciones y estilos musicales.
Se considera que Raúl Soto es uno de los músicos e instrumentistas más emblemáticos de nuestra ciudad, con una trayectoria que ha sabido apuntalar con presentaciones en casi todos los escenarios y reductos culturales de la ciudad, alternando en cantidad de proyectos artísticos en forma simultánea, junto a los más destacados referentes de la movida bahiense. Apasionado del estudio y de la práctica musical como un todo, experimentó siempre sobre las vinculaciones factibles entre lo clásico y lo popular, abarcando con maestría todos los géneros posibles, distinguiéndose por su especial talento y sensibilidad.
Soto nació en Río Gallegos el 9 de marzo de 1963. Su familia llegó a radicarse en Bahía Blanca cuando él contaba con cinco años, siendo su espacio barrial el delimitado por las calles Holdich y Estomba. Alumno de la Escuela Nº 6 y del Colegio Claret, su primera aproximación a los instrumentos de viento fue a través de un clarinete que le facilitó su tío Genero Soto, por entonces Director de la Orquesta del Comando 181 del V Cuerpo del Ejército, que así le vaticinó: “este instrumento es para vos”.
A los 16 años empezó a estudiar música bajo la tutela del maestro Carmelo Azzolina, en su taller de la antigua galería Borgani, sobre calle Chiclana. Más tarde, ingresó al Conservatorio donde luego de culminar con él sus estudios de clarinete, continuó con el saxofón. En el año 1982 hace su ingreso a la Orquesta Sinfónica de la ciudad, primero como sala de escenario y, en el año 1984, por concurso como cuarto clarinetista, siendo por entonces su director Mario Perusso y Esteban Gantzer el asistente.
Simultáneamente junto al reconocido cantante y guitarrista “Rulo” Delgado y su agrupación “Holas”, comenzó a ser parte de distintos shows tanto en la ciudad como en la zona. Cuenta que fue en una de esas presentaciones en el año ’86, ’87, en viejo pub “La Vela”, donde escuchó por primera vez a un saxofonista y quedó deslumbrado por el sonido del instrumento, desde entonces es un entusiasta del saxo y, para muchos músicos, se ha constituido hoy por hoy como uno de los más virtuosos intérpretes del saxo del país.
Raúl Soto se describe como un apasionado de la música. Para él, el clarinete es “un instrumento formador de cultura” y el saxo “una forma de comunicación social, una forma de relación humana”. Bajo estas premisas, supo desarrollar y formar parte de un sinnúmero de proyectos artísticos que lo ha llevado por distintas agrupaciones de rock, jazz, funck y blues como “Latin Boys”, “Studebaker”, “52 Street Big Band”, “ATP”, “Último Momento”, integró “Peladosky” como banda tributo de los Redondos, Luceros del Ojo Daltónico y La Soto Band. Son numerosas las bandas que siempre han requerido su presencia, como “Arrapiezo”, “Suda a Chancha”, “Fiebre”, el grupo “Volpe Tango Contemporáneo”, entre tantos más, siendo un referente insoslayable en el panorama musical bahiense.
Entre el año 1993 y 1996 se radicó en Capital Federal, durante esa etapa se dedicó a trabajar “como músico popular” – dice él. De esta forma, supo ganarse un contrato anual para trabajar en la Banda Municipal, también fue sesionista en el lujoso restaurant “El Aljibe” del Sheraton Hotel, integrando un trío junto a un pianista y un bajista. Asimismo, formó parte de las grabaciones de la cortina musical del recordado programa de televisión “Cha, Cha, Cha”.
Su regreso a Bahía Blanca estuvo motivado por la necesidad de volver a tocar el clarinete en la Orquesta Sinfónica, reencontrarse con sus amigos y su entorno. Su experiencia al respecto le lleva a pensar que la cultura musical de la ciudad gira, directa o indirectamente, en torno a la dinámica y organización de este organismo artístico, y que comprender su labor fundamental es reconocer el aporte que realiza al desarrollo musical de un espacio urbano tan particular como es el nuestro. En el ’96 integró la delegación de músicos de la Orquesta Estable que realizó una gira por Europa bajo la dirección del Maestro José María Ulla, llevando adelante presentaciones en distintas capitales.
Luego de 40 años de trabajo, en el año 2021 se jubiló de la Orquesta Sinfónica Provincial de Bahía Blanca. Reconocer y poner en valor el aporte de un músico dedicado durante toda una vida a promover y transmitir la visión de la música con una valoración única, más allá de las diferencias entre “lo culto” y “lo popular”, haciendo de los sonidos armónicos una vocación que requerirá ser provida entre las nuevas generaciones de artistas y público en general, supo expresar: “…yo creo que los sonidos están en el aire y podés leerlos en una partitura o de memoria, pero son siempre los mismos sonidos…”